- Mamá parece un niño muy listo..
- Lo fue.
- Tiene los ojos llenos de ganas.
- Y de futuro.
- La señora Bass los tenía rellenos de pasado..
- Como bígaros desenrroscados.
- Pero es un niño.
- Pues sí, ¿dónde quieres llegar?
- No entiendo cómo los ojos de una señora de setenta años son tan profundos como los de un niño de..
- Siete años.
- Casi como yo.
- Si.
- ¿Por qué es mamá?
- Quizá sea porque aún tan joven, tenía un territorio enorme en su interior.
- ¿Un espacio?
- Si, un lugar henchido de hermosas posibilidades.
- No lo entiendo.
- En realidad si.
- ¿Qué quieres decir?
- ¿Te acuerdas del paisaje helado de Jacob van Ruysdael?
- Si.
- Me dijiste que te habías sumergido en el rio, planeado dulcemente ante los ojos de los siluros y respirado el aire de la llanura helada..
- Si, y me mojé el pelo de colores fríos.
- Eso es.
- ¿Qué?
- Una hermosa posibilidad.
- Comprendo, quieres decir que era un niño muy imaginativo.
- Extremadamente, pero de una imaginación captada por la belleza.
- Que bien ¿quién lo pintó?
- Un pintor francés hace más de doscientos años, Jean Baptiste Greuze.
- También estaba inclinado hacia la belleza..
- Sí, retrató unos niños maravillosos entre los que destaca este, que es el mejor retrato que le hicieron.
- ¿A quién?
- A Mozart.
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