29.4.11

Juan Muñoz


28.4.11

Patrimonio mundial español


Web que recoge los bienes españoles en la lista de Patrimonio Mundial con informes oficiales sobre el estado de conservación; Ciudad vieja de Salamanca, Las Médulas, Arte rupestre de Côa y Siega Verde...

27.4.11

Carmencita y James

Desde que nació, Helene ha detectado que su retoño exhala aire dulce, una blandura hacia las frutas, los colores y los árboles que la tienen en vilo, por eso, se había prometido que no dejaría que bosques raros rodearan a su hijo, que defendería la valla de sus manzanos.
Lo había observado, a hurtadillas, pasando los dedos por las vetas de las berenjenas verdes, posando y desposando las yemas de las lenticelas de las manzanas, dando toquecitos a peras ercolini yuxtapuestas a sus pequeños pabellones auditivos.
La demarcación de su pomar crecía ante la emocionada comprensión de su madre. Estaba convencida de que aquello se debía a una presencia especial que hacía crecer un bosque en su pecho infantil, a la que denominaba Mu.
Pensaba que todo habría comenzado en un punto mil veces más pequeño que la cabeza de un alfiler e ilustraba la naturaleza de sus cavilaciones como un little-bang que se había venido desarrollando parsimoniosamente. Imaginaba un afloramiento de racimos microscópicos, una hermosa blancura de redondeces ganando espacio en la oscuridad..
Con intención de ir moviendo la valla de sus manzanos, Mu, sugiere a James la conveniencia de posar la mirada sobre los bosques de frutas que van pasando delante del cuadro donde se halla nuevamente inserto.
Una niña concentrada, con los párpados hermosamente angulados y las mejillas del color de la Carmencita de Antonio López, lo descubre. James sonríe y se dice para los adentros que parece haber estado comiendo fresas durante una semana entera porque tiene los carrillos frescos. Ella tira de la manga de su papá.
- Papá hay un niño dentro del cuadro.
- Qué cosas tienes...
- Entre árboles de frutas.
- ¿Qué frutas?
- Creo que son manzanas.
- Pregúntale como se llama.
- Se llama James, pero dice que no diga nada porque hay personas que no lo entienden.
- Pues no lo entiendo.
- Ya.
- ¿Por qué está ahí dentro?
- Dice que no lo sabe.
- ¿Y tú por qué lo ves?
- Tampoco lo sé.
- Bueno, vete despidiéndote que todavía tenemos dos salas por delante.
- Vale.
La niña de ojos sagaces le dice adiós con las dos manos y James colando el rostro por el cremoso quicio pintado, responde moviendo una mano con mesura.

25.4.11

El Museo Imaginado

El Museo virtual de la pintura española fuera de España nos ofrece una base de datos muy completa para la documentación de la obras en el extranjero.

24.4.11

Kiefer y James

Helene sabe que si el artista consigue ilustrar su mar de coral albo, James es capaz de entrar. En el piso de arriba hay unos enormes cuadros de Anselm Kiefer, son unos de los mejores paisajes de los últimos tiempos y decide acercarse. Llegados a la sala, unas alas pegadas a un libro les reciben abiertamente.
- Mira parecen de plata...
- Y ceniza...
- ¿Significa que los libros tienen alas?
- Claro, sirven para volar.
- ¿Sobre qué?
- Sobre lo escrito por otros principalmente y eso hace que te esponjes.
- Y ¿para qué sirve esponjarse?
- Ya te lo he dicho, para comprender y ser mejor.
- Me gusta.
- Normal.
- ¿Puedo tocar las plumas de las esquinas?
- No se puede.
- Ummm...
Helene repasa las grandes piezas de Kiefer, los enormes campos de naturaleza trascendente hechos con la paleta casi monocroma. Sabe que bajo tales extensiones bullen la memoria y la amnesia de lo humano. Son obras poderosas, de una solemnidad oscura, aunque, a menudo presentan algún respiro en forma de línea clara en el firmamento o de conjunto de flores silvestres que sin saber porqué, han brotado en medio de una llanura quemada y abandonada. Mientras chapotea en sus conocimientos, echa un vistazo general a la sala en busca de una de estas piezas. James, se ha plantado como un poste delante de una obra considerada menor dentro de la producción de Kiefer, un cuadro hecho con pintura, nada más, no muy grande y de colores claros.
- Mamá los paisajes de este pintor son los cuadros más grandes que he visto.
- Los hay más grandes.
- ¿Si?
- Si, delante de la Gioconda están las Bodas de caná de Veronese, es un cuadro enorme.
- ¿Cuánto mide?
- No entra en una casa, los hacían para los palacios.
- ¿Pero cuánto mide?
- Diez metros por siete.
- Es mucho más grande que estos.
- ¿Te gusta este?
- Mucho. Hay un niño en medio del campo bajo la cúpula azul clarito.
- Lo pintó hace cuarenta años, después comenzó a utilizar otros materiales para hacer sus obras más poderosas, como aquellas de enfrente.
- ¿Qué utilizaba?
- Alquitrán quemado, pajas, alambres, cemento armado, herrumbre..
- Y ¿no dejan de ser cuadros?
- Trabaja magníficamente los materiales y no chirrían aún siendo diferentes, además están al servicio de las ideas, así que no es tan importante que lo llamemos cuadro, ensamblaje o collage..
- Este es sencillo.
- Fue un punto de inflexión.
- ¿Qué quieres decir?
- Que fue la idea a partir de la cual nacieron otras. Como una maceta de la que rompen brotes al exterior.
- Me gusta mucho, ¿cómo se llama?
- Cada uno está bajo su propia cúpula de cielo.
- ¿Qué quiere decir?
- Que cada ser humano es diferente.
- ...si la cúpula del niño fuera más grande....
- Mejor.
- Pero mucho más grande que el campo, enorme...
- ¿Donde quieres ir a parar James?
- ¿Podría hacerse tan grande que el redondel pegado al suelo de la mini-cúpula, de tanto estirarse, se doblase para arriba y se pegase al cielo de verdad?
- Podría..
- ¿Eso sería esponjarse?
- Si.

21.4.11

Anselm Kiefer

19.4.11

Zush y James


- ¿Qué es?
- Un Zush.
- ¿Un qué?
- Un Zush.
- ¿Y qué es?
- Un paisaje interior.
- Ahh...¿tiene eso dentro?
- Si.
- Qué raro...
- La persona que lo hizo se hace llamar Zush.
- ¿Por qué?
- Porque asumió su personalidad interna.
- No entiendo.
- Creo un mundo de imágenes. Extrajo los pensamientos, sensaciones y transiciones, por microscópicas que fueran de su mundo interior. Chequeándose fue dando forma sobre el papel, a unas imágenes nunca vistas. Incluso creo un lenguaje nuevo para ese mundo y un pasaporte. El dibujo se llama Ayagunis.
- ¿Cómo se llama su país?
- Evrugo Mental State.
- Vaya, que tío más raro.
- ¿Tío?
- Perdón. Entonces es un paisaje de sus adentros.
- Exacto.
- Me gustan más los holandeses, tienen mucho espacio, árboles y nubes altas...
- Y a mi, pero cada uno tiene sus relieves. El pintor tuvo problemas vitales y sin embargo, extrajo algo de interés de ellos..
- Si estuvo malo quizá sus paisajes también estén malos...
- Puede ser.

- ¿Hay personas sin paisajes?
- Las hay.
- Y cuando cierran los ojos ¿no vuelan?
- No, no vuelan.
- Es bueno tener paisajes dentro. ¿Qué paisajes tienes tú mamá?
- Muchos..
- Dime uno..
- Camino a menudo la avenida Middelharnis
- ¿Es bonita?
- Claro.

17.4.11

Pinacoteca digital



Esta web recoge la mayor clasificación de artistas de la red en dos secciones, una de artistas sugeridos que suman unos doscientos y otra general, de miles. Cada autor cuenta con una breve y precisa introducción.
La colección de los museos más representativos viene esquematizada cronológicamente primero y despúes por temas, lo cual resulta útil para búsquedas didácticas, todo ello con una óptima calidad en las imágenes.

15.4.11

El chamán y James

- Mira mamá dos ciervos y un... un hombre disfrazado de vaca..
- Es el hombre-bisonte de troix frères, tiene 15000 años, es una obra de arte prehistórica.
- Dibujaban muy bien para ser prehístóricos.
- Si, porque aunque te parezcan muy lejanos, en realidad, eran seres humanos como nosotros.
- ¿Iguales?
- Si, no sabían muchas cosas, pero eran idénticos.
- ¿Y nosotros sabemos de sus cosas?
- Tenemos mucha información pero no toda, por eso se hacen hipótesis para interpretar su vida y sus creencias. Sobre la pintura que tenemos delante no hay una explicación definitiva.
- Y...¿qué es?
- Unos dicen que pintaban porque al ser humano de siempre le ha animado la estética, es decir, que lo agradable y bien hecho nos da placer en los interiores y estos animales pintados servirían para esto, para esponjarnos.
- Y eso para que sirve...
- Para agrandarse.
- No entiendo.
- Es útil para ampliar la capacidad de comprensión y por ende nuestra humanidad. Otros dicen que el arte franco-cantábrico tiene una función propiciatoria de la caza, para que fuera abundante.
- ¿Por qué se llama franco-cantrábico?
- Franco-cantábrico.
- Eso.
- Porque la inmensa mayoría de las pinturas parietales están en una franja que abarca la costa cantábrica y una loncha del territorio francés que hace frontera con España. Otras teorías afirman que son obras que obedecen a una especie de religión primitiva y que los espacios que ocupan son santuarios.
- Ummm...
- En cualquier caso, son pinturas llenas de poder.
- ¿Poder?
- Sí, tuvieron poder cuando se usaron, porque su utilidad era vital. Aún puede percibirse.
- ¿Para qué se usaban?
- Dicen que las pinturas y grabados donde aparecen criaturas híbridas, son representaciones de chamanes en acción.
- ¿Qué es un chamán?
- Un hechicero, como si dijéramos una persona un tanto especial que contacta con los espíritus.
- ¿Y cómo lo hacían?
- Tiene todo un proceso, no todo el mundo sirve para ser chamán hay que tener unas ciertas tendencias. Los aprendices son aleccionados por un chaman reconocido, luego se entrenan en solitario mediante privaciones como por ejemplo del contacto con el exterior...
- Como si cerraras los ojos fuerte...
- Como si cerraras los ojos suavemente y te metieras para adentro un tiempo prolongado. Otros danzan sin parar hasta la extenuación o escuchan ritmos sincopados durante horas, incluso llegan a intoxicarse con sustancias para llegar al trance.
- El trance es cuando contactan con los espíritus..
- Si, es la puerta de entrada al mundo de los espíritus.
- A lo mejor la cueva es también la entrada a ese mundo.
- En cierto modo lo es, porque crea una predisposición en el hechicero y el túnel espiritual.
- ¿Para qué querían contactar con los espíritus? ¿no estaban a gusto?
- Lo hacían para estar mejor, pensaban que así aumentaban las capturas, cambiaban el tiempo, curaban a los enfermos..
- ¿Y tú que piensas mamá?
- Pienso que existe esa dimensión especial, pero dudo que sirva para hacer que una manada cambie su ruta habitual y pase por un camino que les sirviera como cazadero, o que pudieran restablecer la salud de un miembro de la tribu desde un estado de conciencia alterado..
- ¿Y para eso hay que disfrazarse de un animal?
- Pues parece que sí. Cuando aparecen chamanes representados debemos relacionarlos con un proceso mental que tiene unas fases, en la última de las cuales los hechiceros se sienten y ven como animales.
- Vaya..
- Sólo si llegan a esta fase que está al final del túnel, pueden intervenir sobre la vida.
- ¿Que túnel?
- Existe un túnel que va desde la conciencia plena hasta el trance profundo...
- Si se sienten como un vencejo, ¿pueden volar?
- Claro, por encima de las nubes.
- ¿Y si se sienten como un oso polar pueden sumergirse debajo del hielo?
- Por supuesto.
- ¿Cómo se hace?
- Conlleva un arduo entrenamiento. Al principio de la sugestión para entrar en el mundo de los epíritus, perciben formas geométricas como puntos, zigzags o cuadrículas...
- Mira, como la que hay encima del ciervo del medio...
- Pudiera ser, luego ven un torbellino dentro de un fantástico túnel en el que se introducen, al final del cual hay una luz viva, llegados a ella, resultan estar en el extraño mundo del trance y allí son seres con capacidades sorprendentes; vuelan, reptan, se convierten en cosas y son capaces de intervenir sobre lo intangible.
- Parece que está tocando la flauta, llamando a los animales...
- La escena representa lo que el hechicero ha hecho durante el trance. Luego se ha representado para que quede constancia de lo realizado en el otro mundo.
- ¿Cómo una foto?
- Igual.
- ¿Para qué?
- Para que la próxima vez que tenga que penetrar en la luz del final del fantástico túnel le sea más fácil llegar. Las pinturas son como enormes indicadores para el hechicero que le recuerdan su poder y lo llevar en volandas desde el suelo de la cueva hacia lo desconocido.
- Me gusta.
- Por eso dicen que estas pinturas están cargadas de poder, porque su utilidad era muy importante en esas sociedades de cazadores y recolectores.
- El ciervo del medio mira para atrás y el otro no.
- Hay toda una intencionalidad en los gestos de los animales que aporta significado. No da lo mismo que el primer ciervo esté huyendo o que se halle dominado por el chamán.
- Pero es una escena mágica..
- Si. Además, esta pintura forma parte de un mural donde hay docenas de animales; caballos, ciervos, bisontes que parecen volar entorno al poder del hechicero.
- ¿Podemos ir a ver el gran panel?
- Ahora no, las cuevas están cerradas para preservar las pinturas.
- ¿De qué?
- De las personas.

14.4.11

Museo de arte abstracto de Cuenca

El museo de arte abstracto de Cuenca, posee la colección más significativa de arte abstracto español de las décadas de los 50 y 60. Están representadas todas las tendencias de esta corriente y podemos encontrar obras atemporales de Chirino, Chillida, Millares..Las razonables dimensiones del museo, calidad y su ubicación, sobre la foz del río, hace que la visita, física o digital, sea muy recomendable.

11.4.11

Universal Leonardo



Universal Leonardo es una web en la que se ofrece una esclarecedora línea del tiempo de la actividad creativa de Leonardo; dibujos, maquinaria, manuscritos y pinturas. Se puede interactuar con alguna de sus obras, hacer sonrreir oreadamente a la Gioconda o introducirse en los trazos de sus tormentas dibujadas. La calidad de las imágenes es muy alta.

10.4.11

Kienholz y James



- ¿Qué es esto tan raro?
- Un environment.
- Environment...
- Un ambiente artístico.
- Ahh.. ¿es como si un cuadro se hubiera hecho grande y se pudiera entrar?
- Eso mismo James.
- Pues vamos.
- ¿A donde?
- Dentro.
- No se puede pasar.
- ¿Por qué?
- Porque es una obra de arte, no se puede tocar.
- Ni pisar la alfombra...
- No.
- Es muy feo todo.
- No creas..
- Huele a polvo, el pájaro está seco, la señora lleva una calavera en la cabeza y además tiene el vestido sucio y no ha apagado la luz.
- No es muy normal, no...
- Caca.
- ¡James!
- No me gusta.
- En realidad es una gran obra.
- ¿De quien es?
- Estas obras reciben el nombre genérico de Kienholz, porque las hacían entre Ed y su mujer Nancy.
- Ahh..
- Él pensaba que sus vecinos tiraban muchas cosas que aún podían ser útiles, así que un día se compró una pick-up de segunda y fue recogiendo lo que le parecía por las calles, lo llevaba a su taller y lo modificaba un poco; lo troceaba, envejecía, ensamblaba o lo embadurnaba...y así iba formando las composiciones. Otras veces ponía el objeto tal cual.
- ¿Qué es una pick –up?
- Una furgoneta descapotable.
- Entonces, ¿es una composición?
- Si.
- ¿Cómo el invierno de Vivaldi?
- No, en una composición musical hay sólo elementos musicales, es decir notas y silencios colocados de una determinada manera en el tiempo.
- Pero hay instrumentos diferentes...
- Si pero son musicales. Si Kienholz hubiera hecho una composición con pigmentos, texturas o materiales al uso, la idea se parecería a la de una composición musical, pero lo que nos choca es que los elementos son tomados de la calle y aún así a conseguido crear una imagen poética.
- Poética...no entiendo mamá.
- Esta obra nos enfrenta a una idea inevitable. Como ves a la señora no le ha dado tiempo a apagar la luz, no le ha dado tiempo a abrir la jaula al pajarito que tantas veces la cosquilleo con su trino, ni siquiera hizo el intento de levantarse pues el bastón está donde lo colocó justo antes de sentarse a esperar.
- ¿A esperar qué?
- La muerte. Además sus recuerdos están metidos en grandes frascos de cristal adheridos al cuello que la nutren. Al final de la vida, se tiene mucho pasado. Es una obra poética porque muestra el momento de máxima soledad de un ser humano, la espera de la muerte.
- Yo tengo poco pasado.
- Claro tienes ocho años.
- Y medio ¿los huesos son de verdad?
- No, son de vaca.
- ¿Se sabe cuando va a venir la muerte?
- Claro.


- Le dolía la barriga, se la está tocando..
- No ¿no ves el gato? lo está acariciando. La postura sugiere bastante seguridad en si misma.
- Parece vivo.
- Fue de verdad, le hicieron la taxidermia.
- Es todo muy feo.
- Puede, pero es inolvidable, ya lo verás.
- Y las fotos, ¿son de su familia verdad?
- Si y el retrato que preside la composición, encima de su cabeza, es el de su marido.
- Y ella es la de la foto del tarro.
- Si.
- Es feo.
- Mira, cosía.
- ¿Y qué?
- Que no aparece ningún ovillo rodado, ni agujas caídas, ya no quería o no podía trabajar con las manos. Mientras estuvo cosiendo seguro que repasaba sus recuerdos, a lo mejor jugaba a modificar algún aspecto de su vida y así imaginaba un presente diferente, rodeada de nietos, caminando al sol o al lado de su pareja...
- Me da pena esta señora.
- ¿Ya no la ves como un hueso de vaca?
- No tanto...

8.4.11

Portal del arte románico en España


Contiene casi 500 páginas descriptivas sobre el arte medieval español y más de 3.000 fotos de su patrimonio monumental.

6.4.11

Ruysdael y James


- Mira hijo, este gran paisaje helado lo pintó Jacob van Ruysdael, un pintor...
- Es un invierno muy frío.
- Si, como en la música de Vivaldi es invierno, gélido.
- En las nubes no hace tanto frío..
- ¿Cómo lo sabes?
- Me lo parece.
- ¿Quieres escucharlo?
- ¿El qué?
- El Invierno, lo tengo en el reproductor.
- Vale.
Revoloteando entre los espectaculares púrpuras y blancos perlados de Ruysdael, se coloca los cascos sin precisión y selecciona el primer movimiento de la estación fría. Helene se ha hecho a un lado, está ante la extensa vista de Haarlem del mismo autor, siguiendo los leves movimientos de cabecita de su hijo.

James y sus hermanos tenían las estaciones de Vivaldi recogidas en su memoria, pues las habían escuchado, aunque a trozos, en numerosas ocasiones. Las notas machaconas, clavadas como témpanos microscópicos, las sinuosas ráfagas del violín contestadas por la abrumadora orquesta y sobretodo, la ensoñadora melodía del Largo. Aquellos dos minutos se instalaron naturalmente en ellos, en Fa, Maximina, Francis y por supuesto, en James. Cada vez que llegaba el Invierno, el hijo menor de Helene cerraba los ojos y planeaba paisajes húmedos, llenando sus pequeños pulmones de blancura y viento frío.
Al comenzar el primer movimiento, la repetición, la tonalidad menor y creciente de los violines, le tragaron hacia el interior de la tierra de Jacob. Se sentía como un animalillo rodeado de materia destemplada, una cría de lepórido con la guarida yerma, amenazada por zorros hambrientos, aterida por ráfagas del norte, empujada a la intemperie. Rascaba el suelo con sus nerviosas extremidades y ante el zumbido del peligro, al romper de los violines en pequeñas tormentas, salía al espacio exterior; una ladera repleta de luz de calcio donde corría y resbalaba por un desnivel tendido. Sus ojos, dos brillantes bolones negros, reflejaban el blanco predominante y algunas motas oscuras de madera y tierra. Aquella extensión, volvería a salpicarse de millares de flores ultramares y el viento primaveral, sería saludado sin oponer resistencia por pétalos del tamaño de sus orejas de liebre.
Antes de finalizar el primer movimiento, con la vista posada sobre el puente de madera, un violín rapidísimo y sencillo raya el epigastrio de James que se imagina atravesando la estrecha vereda del río con su bicicleta, clavándose en seco sobre las imprecisiones de la tierra apelmazada, levantando a su paso las hojarascas del otoño.
Con el comienzo del ensueño melódico, se le esponja el pecho y sobre su caballo metálico, pedalea, acunado en el violín, hacia el agua. Juega a resbalar las ruedas sobre el caudal semi-helado. Las gotas del pizzicato debilitan el hielo, purgan graciosamente el aire y drenan la tierra refrescando las semillas de los lirios y tulipanes del futuro. James mueve en sus pupilas las aspas del molino, ventea el humo de la chimenea y deja caminar a las sombras. Introduce la rueda delantera de su bici por la esquina inferior y se zambulle confiado del agua blanquecina. Tiene el propósito de llegar, bajo la superficie helada, hasta la ciudad que se atisba al fondo, de bucear lo tapado del paisaje. Llegado al lecho del río, aparta su máquina de hierro y moviéndose con la ondulación de los peces que planean en el agua, nota como la luz, debajo del agua, va y viene. Esta sucesión de nubes y claros otorga una fabulosa profundidad en el exterior. La orilla está flanqueada de escarcha y negrura. Le gusta ver las cabezas los siluros asomar a su paso, las burbujas, las patas palmeadas de los gansos pegarse y despegarse y las hojas quietas en la gelatina de hielo. Rompe la membrana, saca su cabecita chorreando colores fríos y el runrún de debajo del agua se convierte en una filigrana de violines sobre el manto inmaculado. Se mece.
En el claro, una bocanada de violines corre entre los cumulonimbos. Sus pies, ora rozan ora planean sobre la tierra. Bajo el gran árbol, una sombra ha llamado su atención infantil, pues escruta hacia delante y hacia atrás.
Al comienzo del presto final, James se encuentra varado en el altozano, al lado de la sombra, dentro del paisaje.
- ¿Has acabado?
- Si.
- ¿Hace menos frío en las nubes?
- No he ido.
- ¿Seguimos?
- Claro.

5.4.11

A través de un cuadro

Esta web invita a la comprensión de la obra de arte a partir de sus elementos más visuales, relacionados con la composición, mediante el uso de animaciones interactivas.

4.4.11

El Arte de la Pintura de Veermer


Una lectura de una de las obras más famosas de Vermeer por la Revista "Arte Historia"

3.4.11

Felipe Próspero y James

- ¿Quien es ese niño?
- Es un príncipe de casi tres años.
- ¿Cómo se llama?
- Felipe Próspero, José Francisco, Domingo, Buenaventura...de Austria, pero es conocido como Felipe Próspero.
- ¿Por qué Próspero?
- Porque pensaron que su nacimiento auguraba prosperidad.
- ¿Por qué?
- A veces, cuando la situación es angustiosa se tiende a creer que una tenue luz es el sol entrando de lleno por la ventana. Pensaron que este niño debilitado por la consanguinidad y con los pulmones del tamaño de una nuez, podría solucionar  problemas de estado y dirigir un imperio. Además, unos años antes había muerto otro sucesor en el que la monarquía había depositado sus esperanzas, el infante Baltasar Carlos.
- ¿Qué es consanguinidad?
- Es un problema de salud que se produce en los hijos cuando se casan entre personas de la misma familia.
- ¿Los padres de Felipe Próspero eran de la misma familia?
- Sí, Felipe IV era tío segundo de Mariana de Austria.
- Pero Felipe salió bien ¿no?
- En realidad no, era un niño cristalino y dicen que sufrió ataques epilépticos, por eso la manita sobre el sillón parece lejana a su voluntad. La cara no tiene viveza, el pelo mustio... No llegó a reinar, murió a los cuatro años.
- ¿Por qué va vestido como una chica?
- Porque ya es un príncipe.
- Tu dices que yo soy un príncipe.
- Si James, eres un príncipe. En la época, era habitual vestir así a los infantes, con corpiños, faldas de terciopelo y detalles de plata.
- ¿Y esas cosas que cuelgan del vestido?
- Son amuletos para protegerle.
- ¿De qué?
- De la muerte.
- Lleva una campanilla de plata para ahuyentar los malos espíritus y una higa de azabache y una mano de tejón para los aojamientos, pensaban que había personas que podían producirle mal sólo con mirarlo.
- ¿El perro es suyo?
- No lo sé, es una perrita faldera que pululaba por la corte.
- Yo creo que era suya.
- ¿Por qué?
- Por que está a gusto, parece que va a frotarse la espalda en el sillón. Sabe que está malo y no se va a ir de su lado.
- Se dice que es el mejor perro que pintó el artista. Mira los mofletes del nene James. Te acuerdas de los pájaros que a veces se quedan quietos en el aire,  pues el pintor se ha detenido de igual modo en esa pequeña superficie y ha movido sus pinceles de marta cibelina con un inmenso cariño. Lo han acariciado con plumas de ángel.
- Parece que se pueden tocar los colores y la habitación.
- El pintor hacía uso de una delicadeza que se llama perspectiva aérea, la cual, nos permite sentir el aire que circula entre los personajes, percibir las pequeñas térmicas de la sala, el frescor solitario de las penumbras y el calor en los espacios soleados como sucede en un cuadro suyo muy famoso, "La familia de Felipe IV". Velázquez fue capaz de pintar lo que no se ve. A Felipe Próspero lo retrató en 1959. A Velazquez le quedaba un año de vida y al pequeño príncipe dos.
- Entonces fue casi lo último que pintó.
- Si, el maestro pasó sus últimas horas de pintor con un niño.
- Está sólo como la señora Bass.
- En cierto modo sí, ambos tenían la vida gastada, ella lo sabia, pero el pequeño no, por eso su ensimismamiento. Los ojos acuosos del perrito resultan significativos.
- No entiendo.
- Que llegan al corazón del que conoce la historia.
- ¿Donde está su mamá?
- Estaría en otra sala del Alcázar.
- ¿Era guapa?
- Algo desganada.
- ¿Podemos ir al Alcázar?
- Ardió, ya no está.
- Vaya...
- Había una frase de teatro repetida en la época; “¿Que es la vida? Una ilusión,una sombra, una ficción”. Lo que quiere decir es que hay que vivir con los pies en la tierra teniendo presente que podemos esfumarnos en un instante.