- ¿Qué es esa caja mamá?
- Una cabina óptica.
- ¿Tiene cosas dentro?
- Sí, el pintor,
Van Hoogstraten, era realmente extraordinario con las perspectivas. Dentro
de la caja ha pintado una habitación con varias aberturas hacia otras
habitaciones, ventanas, pasillos..Y lo mejor es que lo ha pintado todo distorsionado y sin embargo, al
observar por cualquiera de las dos mirillas que hay en los laterales, se
crea la ilusión de estar dentro de la sala y de ser todas las cosas naturales.
- Quiero mirar.
- Ya, ya supongo.. pues acércate.
- Es verdad parece una casa por dentro. ¿Es un juguete de mayores?
- Algo así, pero además tenía una intención moralizante. La mayoría de sus
obras aunque parezcan llanas, no lo son.
- ¿Sí?
- Mira, esta es una de mis obras favoritas del Siglo de Oro,
las
pantunflas. Siempre pienso que es redonda. La alternancia de luces
frías y cálidas y el diseño de los suelos llevan la mirada en volandas hacia
el fondo. Por el camino, puedes parar en detalles deliciosos, las llaves
contra el respaldo beige aún colgadas, las figuras del rodapié, los contrastes, el blanco de ambas paredes, la sombra de la silla.
¿Te gusta?
- Regular. ¿No hay nadie?
- En realidad sí.
- ¿Cómo lo sabes?
- El pintor nos ha abierto la puerta de una casa y
quiere mostrarnos algo que está pasando.
- ¿Un misterio?
- Algo así, hay que ir deduciendo, verás; Podría decirse que el suelo blanco y
negro es la parte más íntima de la vivienda..
- ¿Por qué?
- Porque
van Hoogstraten así lo ha marcado con las baldosas, y
además, para entrar en ese espacio se precisa pasar por una puerta que como
ves, es necesario abrir con llaves.
- Se las han dejado puestas..
- Quizá por las prisas, además quién fuera que estuviera en este interior,
ha desatendido sus labores o lo que estuviera haciendo.
- Pero ¿por qué lo sabes mamá? -interroga James-.
- Porque la escoba está apoyada en la pared, no está colocada en su sitio y
además hay un libro cerrado sobre la cómoda.
- ¿Y qué? -insiste fruncido por dentro-.
- Que en un lugar tan sobrio y calmado, hay dos cosas
descolocadas, ni el libro está en la librería, ni la escoba en la despensa. Y
las llaves se han quedado puestas.
- Entonces ha entrado una amiga de la dueña de la casa y están dento.
- Puede ser...Van Hoogstraten no es un pintor popular, sin embargo resulta fascinante.
Trabajó con Rembrandt.
- ¿El de los fondos en los que sonaban violines?
- El mismo, mira este retrato es otro pequeño misterio.
- Qué raro...
- Fíjate en el pequeño frasco del alfeizar.
- ¿Qué es?
- No lo sé, pero siempre me he inclinado a pensar que es veneno.
- Puede ser perfume.
- Puede ser, pero el rostro abatido del anciano me lleva a pensar en lo
peor.
- Creo que no se me va olvidar este cuadro. ¿Puedo ver al pintor?
- Claro, este es un autorretrato.
- Parece muy elegante...
- Lo es.
- ¿En un sentido profundo, mamá?
- Sí.
- ¿Cómo
Felipe de próspero?
- Exactamente igual. Además de pintar, escribió un gran tratado sobre pintura y fue el
director de una ceca.
- ¿Qué es una ceca?
- Un lugar donde se acuña moneda. ¿Qué te parece este interior?
- Hay algo que no me gusta..
- Es una taberna, si miras al suelo te reconoces.
- ¿Qué quieres decir mamá?
- Que todas las personas han pisado alguna vez un suelo bañado por una luz tal que deja una impresión irreal y ligera a la altura de la boca del estómago.
- Yo no mamá.
- Ya lo pisarás todavía tienes ocho años.
- Pero si noto que la luz entra muy bien por la ventana y que la cortina, seguro que se mueve un poco a veces.
- Es deliciosa, como el aire entre los árboles de fuera.
- Pues al final me gusta este pintor.
- Claro James.