30.9.11

Brancusi y James

- Mamá, que chica tan guapa...
- ¿Te parece una persona?
- Claro, me gustaría tocarle el moflete, la línea de las cejas hasta que desaparece y el agujero de la nariz.
- Estará helada.
- Es perfecta, seguro que no se nota frío.
- ¿Qué me dices de la frente?
- Nada.
- Nadie tiene esas aristas, aunque sean tibias...
- Pero da igual.
- ...y los ojos James?, casi han desaparecido...
- ¡Jo!, que da igual, es como si fuera lo de dentro de la cara. Lo que hay antes de los gestos, los ojos, la piel...
- Entonces, te da igual que no sea verosimil porque representa algo invisible...
- Eso.
- ¿Piensas que a cualquiera podría gustarle una chica así?
- No lo sé, pero es dulce como un helado, aunque casi no tenga rostro. A mi me gusta mucho.
- Es una gran idea. ¿Y esta otra?
- Es parecida. Cuánto más la miras más humana parece. Nunca había visto nada tan raro que a la vez fuera tan...
- ¿Exquisito?
- Sí.
- Creo que la desmesura de sus hermosos ojos se debe a que son necesarios para ver lo esencial. La cabeza para pensar y la boca pequeña para hablar ajustadamente, y las manos, como dos tiernas hojas, acogen sus mejillas, porque es preciso estimar lo hondo de los demás, pero también lo de cada uno.
- Al principio parece una estraterrestre pero luego da gusto.
- ¿Cómo cuando mirabas el lienzo de Rothko donde no había nada?
- Es parecido mamá, pero son dos obras muy distintas por fuera.
- Acostumbro a poner paisajes alrededor del pulido busto de Madame Pogany, la imagino lejos al ras de un suelo helado, en el fondo del mar cubierta con el verdín de las algas, a la entrada de un rascacielos, sobre la superficie de cualquier planeta...
- Pues yo la veo debajo de las ramas de los árboles que pinchan, como unos que hay en el parque.
- ¿Cuales?
- Esos que parecen estar dentro del agua cuando hay viento, que mueven las ramas muy despacio y son verde oscuro...
- Bajo los pinsapos.
- Ella puede estar en cualquier lugar porque es una idea bonita, ¿a qué sí mamá?
- Creo que tienes razón ¿y esta?
- Es más dificil, parece el ala de un pájaro.
- Se titula Pájaro en el espacio.
- Si pienso en un vencejo cortando y piando no me parece rara. Creo que pasa lo mismo que con las caras, ha hecho la sensación que produce un pájaro en vuelo.
- ¿Crees que es acertado representarlo así? sin plumas, garras, pico, sin cielo...
- Claro, lo que no se ve, no tiene la misma forma que lo que si se ve. Además si preguntas, seguro que muchas personas piensan en volar o el las alas de los pájaros al verla.
- ¿Uno más James?
- Vale. Quiero un helado de cookies.
- Ya veremos...
- ¿Es del mismo?
- Sí.
- Parece de las iglesias viejas..
- Románicas. Aquí ha vuelto a hacer lo mismo que tan bien has visto en las cabezas doradas, no importa que el hombre y la mujer sean casi iguales, ni que los brazos carezcan de vitalidad o el gesto de emoción. Hay pocos besos tan auténticos como este, representa mediante un bloque sencillo algo complejo de explicar, lo que sucede cuando dos personas se quieren con la frente y el corazón.
- Es verdad, pero yo todavía no me he besado con nadie así que no sé...
- Ya lo comprobarás, no hay prisa.
- ¿Cómo se llama este artísta? -pregunta James mientras se le aviene como un relámpago el recuerdo de Carmencita-.
- Constantin Brancusi. Nació en Rumanía, que está al final de Europa, hacia el este.
- Me gusta poder mirar lo que no se ve a simple vista...
- Ademas del exquisito tratamiento de los materiales, esa es la razón de que sean obras sin lugar ni tiempo, especiales.

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