26.5.12

Pollock y James

- ¿Qué es?
- Un cachito de una obra muy grande James.
- ¿De garabatos?
- Sí.
- ¿Cuánto mide?
- Mucho.
- ¿Más que el de Veronese que estaba enfrente de la Gioconda?
- Un poco menos.
- ¿Se vale garabatear?
- Se vale.
- Pero cualquiera puede hacer garabatos...
- Claro.
- Entonces si yo hago algo parecido, ¿se vale de verdad?...
- Depende.
- ¿De qué?
- Es que no son garabatos del todo.
- Lo sabía...-dice James con el brillo de sus ojos en los de Helene-.
- Todas las obras abstractas significan, aunque a veces no lo parezca.
- ¿Puedo verla entera?
- ¿Qué piensas ahora?
- Que es el garabato más grande que he visto. Me recuerda a los dibujos de Ramón y Cajal...
- Exacto.
- ¿Si?
- Son madejas. Ramón y Cajal se encargó de dibujar los nanométricos canales del sistema nervioso, y un Pollock es como si viésemos la actividad que hay en los canales, en la vida misma.
- No lo entiendo muy bien mamá ¿qué es nanométrico?
- Algo mucho más pequeño que microscópico. Tenemos delante y en colores, los canales que tienen circulación e incluso los que tienen posibilidad de activarse.
- ¿Se puede pintar una posibilidad?
- Claro, ¿recuerdas la avenida Middleharnis?
- Sí, es tu cuadro favorito.
- Hay una ligera vereda agazapada a la izquierda, el gran desvio de la derecha y la opción de seguir recto hacia la ciudad por el camino principal, al menos tres posibilidades más las que vayan surgiendo.
- Ya.
- Pero a veces las opciones no están tan claras, ni dependen de cada uno. Entran en juego, factores inimaginables que Pollock ilustra a su manera.
- ¿Entonces es como si  estos caminos estuvieran rodeados de chorros? de más caminos y caminos por las veredas, por el aire, por la ciudad del fondo...
- Da un poco de vértigo pero es algo así. Creer tener el control tiene algo de ilusión, aunque tampoco hay que dejarse abrumar pensando que no se tiene.
-¿Entonces el de los chorros se dejaba llevar y el del camino lo tenía todo controlado?
- Más o menos James. Para guiarse, el de los chorros puso en marcha un modo de pintar coherente. Dirigía los chorros de pintura aunque en realidad resultaba imposible fijarlos exactamente. Se vino a llamar dripping.

- Drip es gota.
- Sí.
- Claro, así controlaba un poco y dejaba gotear otro poco. ¿Mamá?
- ¿Qué James?

- Entonces este cuadro es como...
- Como bailar en una cornisa James, según vaya pasando el tiempo verás que las imitaciones de Pollock se reconocen a distancia.
- Porque no se puede copiar cómo dejar caer los chorros, ¿a qué sí?
- Exacto, el método del goteo deja algo de ADN del pintor impreso.
- Y si yo hago lo mismo...
- Te saldrá un James.
 - ¿Será peor?
-  Dejarse llevar sin perderse es hilar muy fino. Hay docenas de trampas que te salen al paso.
- Parece difícil.
- Él se ayudaba con música. Todas las obras abstractas, hasta las más desconcertantes, al final tienen miga.
- ¿Aunque no tengan nada reconocible?
- Llevamos un rato hablando y la pintura sigue sugiriendo cosas, quizá mas que un retrato o un paisaje.
- Es bueno pararse delante y mirar un buen rato, como el mastín de Goya a su ángel de la guarda.
- Que no es un mastín James...
- Si es. ¿Podemos ver otra?
- Claro ¿qué me dices?
- Que al hombre del fondo le aburre esta pintura.
- Prefiere mirar por la ventana, en realidad es lo mismo.
- ¿Mirar desde la ventana es igual que ver un Pollock?
- Parecido.
- ¿Mamá?
- ¿Qué?
- Son muy buenos garabatos, estoy impresionado.
- Es la primera vez que dices algo así, son los mejores que se han pintado.
- Me he quedado como una piedra.
- Es normal.
- ¿Cómo se llaman?
- Solía numerar sus obras, 1A, number 30...
- ¿Por qué?
- ¿Por qué no?
-  Eso si.

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